Nuestra esencia de ginseng trae glicerina y pantenol. Le da chispa a tu piel pa' que fabrique su propio colágeno, te pone la cara tensita como tambor de banda y frena las arrugas como tope de estacionamiento.
Usarla es más fácil que hacer agua de limón:
① Lávate y ponte tu tónico
② Échate un chorrito en la palma
③ Úntatelo como si estuvieras repartiendo guacamole en la cara
④ Masajea suavecito hasta que tu piel se lo chupe como vampiro
¡Listo! Te queda la cara hidratada hasta el alma, las líneas finas se borran como cuenta de WhatsApp, los poros se achican como ojos con sol y brillas más que la Virgen de Guadalupe.